Las muelas del juicio no sirven para (casi) nada

Conocidas también por las profesionales como “tercer molar” o “cordales”, las muelas del juicio suelen aparecer entre los 16 y los 25 años, aunque también puede ocurrir que no lo hagan nunca.

Las personas tenemos cuatro muelas cordales, una por cada cuadrante bucal que se encuentran situadas al fondo de la boca, en última de la línea de la dentadura. Su presencia es importante porque puede afectar al desarrollo de otros dientes, empujándolos o saliendo torcidas.

Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Oral  y Maxilofacial (SECOM),  las muelas del juicio causan problemas a dos tercios de la población. Un 72% tiene al menos un cordal inferior con dificultad de erupción, mientras que un 45% tiene problemas en la salida del cordal superior.

Si  la muela asoma en la boca, pero está atascada y no acaba de erupcionar es aconsejable la extracción de la pieza, pues al abrirse la encía hay riesgo de infección. También pueden generar otras molestias como dolor, molestias agudas, aparición de quistes…

Lo cierto es que aunque para nuestros antepasados las muelas del juicio fueron una pieza fundamental en su funcionamiento diario, ya que les ayudaba a masticar alimentos más duros, a día de hoy, parece que solo sirven para generar problemas.muela-del-juicio-clinica-dental

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